jueves, 18 de junio de 2009

" A vuestro gusto" desde sus Personajes Jaques y Touchstone a la luz del siglo XVII.

En el siglo XVII tuvo lugar un importante desarrollo de la dramaturgia europea, sobre todo en Inglaterra, España, Francia e Italia. En el teatro europeo, la figura teatral indiscutible fue William Shakespeare, considerado históricamente como el más grande autor del teatro isabelino.

Con “As You Like it”, obra editada entre 1598 y 1600, podríamos expresar que la madurez de Shakespeare comienza a sentirse, aunque no hay seguridad al respecto. Catalogada al principio por algunos críticos como una comedia de título negligente y ligero; muy por el contrario “A vuestro gusto”; refleja el aparente acondicionamiento a las exigencias teatrales del momento y al orden social establecido, para todos los gustos. Su temática gira en torno a la relación erótico-sentimental entre los sexos, cuyo final es el matrimonio. Sin embargo, en este tipo de comedia romántica inglesa y sobre todo en la presentada por Shakespeare, el matrimonio no se presenta en forma fácil, o con un final feliz automático, ya que los personajes deben superar ciertas pruebas; incluso reflexionar sobre lo que en realidad desean. Tampoco se ve como un desenlace como imposición, aunque se pretenda, pues hay un énfasis muy marcado sobre el criterio de la mujer en la elección del compañero, probándolo para que éste demuestre su idoneidad. Su dramatismo hace énfasis en esta caracterización, distinguiéndola de las protagonistas femeninas hasta entonces presentadas. Este tipo de comedia rompe la tradición idealista o convencional de la mujer pasiva, callada y obediente. Demostrando así una elocuente determinación, que asombra y aturde a los personajes masculinos, y a todos los que les rodean por igual. Tal es el caso del personaje de Rosalinda. Entonces, podemos pensar que Shakespeare desmitifica a la mujer sublime, despojándola de todo intento de divinización, haciéndola más humana, aludiendo a una mujer más definitiva y terrenal, con defectos y posibilidades de asumir otros roles, distintos al de su naturaleza, y presentados con increíble humor en la comedia.

Sin embargo, el ingenio de Shakespeare no termina en este personaje femenino de Rosalinda que personifica a un hombre y rompe los esquemas de la representación. Pues el personaje de Jaques, quien es uno de los nobles del séquito del Duque desterrado, es preso de su melancolía, estado anímico de importancia en el desarrollo de la trama, y desde un tono reflexivo nos conduce a través de su monólogo célebre a las siete edades del hombre, que comienza con la frase “El mundo entero es un teatro, y todos los hombres y mujeres comediantes. Tienen sus entradas y salidas, y un hombre en su tiempo representa muchos papeles, y sus actos son siete edades” (86). Igualmente vital es la participación de Touchstone, quien es el Bufón, también conocido como Piedra de Toque en otras traducciones españolas. Hasta su nombre alude a una continúa voz de la conciencia, que nos enfrenta con nuestras propias debilidades, al aparentar lo que no solemos ser. Piedra que toca, y martilla el pensamiento del hombre del siglo XVII, es decir, la angustia del ser y no ser, del que disimula, del que aparenta comportamientos idóneos y verticales sin tenerlos, del que se engaña a sí mismo y a otros, del personaje de la corte, que utiliza máscaras para ser aceptado socialmente.

En “A vuestro gusto”, se retoma gran parte de los recursos, temas, situaciones e incluso personajes de las primeras comedias, tales como: la desposesión por el usurpador, la mutabilidad del yo, el viaje que se emprende a lo desconocido y la aventura de descubrir lo oculto en un bosque, conocido con el nombre de Arden, ubicado en el condado natal de Shakespeare, en cuyo seno se dan lugar y desarrollan la mayoría de las acciones representadas. Cabe destacar que en esta obra, a pesar de ser considerada pastoril, algunos personajes mantienen su rol inicial, cortesano y noble, sólo que en otro contexto y ambiente. Tal es el caso de Jaques, que sigue siendo un caballero cortesano en el bosque, con lo cual se intenta sacarlo de su entorno cortés y trasladarlo al campo, pero este no cambiará su condición. En el caso particular de la mujer, la transformación del personaje femenino, ahora más bien inteligente, con rasgos más reales y asertivos, el personaje-actor (representación de la representación), el caso del bufón funge como comentarista, como crítico, que se burla y hace reír, el de chanza satírica. Esta obra cómica explota la facultad del lenguaje para distorsionar, enmascarar o modificar la realidad, y para articular las paradojas inherentes de una sociedad en tránsito con rumbo hacia nuevas formas políticas y culturales. Esta inquietud por los límites de la veracidad se realiza a través del bufón Touchstone. Ahora bien, al pensar en “La cultura del barroco: figuras e ironías de la identidad” del autor José M. González García, nos remitimos a la figura del Espejo, ya que el personaje del bufón representado por Touchstone tiene la función dramática de repetir a través de un burdo humor, las situaciones y temas ilustrados por los personajes nobles, para así actuar como espejo crítico frente a sus actitudes, denunciando errores y estupideces cometidas. Para tal fin el bufón utilizará en su discurso un uso inapropiado de palabras ( juego de palabras), para ridiculizar la intervención en la trama dramática de la comedia. Ejemplo:
Touchstone: Por lo que me concierne, preferiría llevaros a conllevaros.

Sin embargo, no llevaría ninguna cruz, ni siquiera un cruzado, si os llevara,
Pues pienso que no lleváis dinero en la bolsa. (80)

Además, debemos decir que el personaje de Touchstone consigue desmontar, desarticular, los elevados conceptos del amor romántico de los personajes aristócratas de la corte, casándose con una simple pastora rústica llamada Audrey, haciendo más realista las circunstancias vividas; es decir, un retrato más fiel de lo que puede ocurrir en la realidad, ya que el amor nada conoce de estratos sociales o condicionamientos. Esto nos hace pensar que los personajes de Shakespeare tal vez, atiendan a una crítica subliminal a las “reglas del arte” puestas en práctica en su época, es decir; en el sentido clásico del decoro y buenas costumbres, pues cada personaje representado, debía comportarse según su rango social, y que en Inglaterra comenzaban a cuestionarse e ignorarse casi por completo. Y para finalizar concluimos que esta comedia salpicada por canciones en medio de enredos y situaciones cómicas también asoma sabiduría, la alegría de vivir, así como también la ironía.

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