martes, 31 de marzo de 2009

Teatro y disfraz en el Burlador de Sevilla

Tisbea hace teatro en su actitud personal y frente a los demás. Este comportamiento, que pudieramos aceptar como virginal, se acomoda muy bien al paisaje natural que rodea a esta elegida de Artemisa. Tisbea se disfraza ante los pescadores compañeros: el amor no la vence en ninguno de ellos. Sólo faltará la llegada de Don Juan, el hidalgo, para ella ir dejando atrás el disfraz de doncella. Y aún así, seguirá actuando hasta el momento de gozar con Don juan.
El teatro y el disfraz de Tisbea fundan su razón de ser, en la necesidad social de nuestra era moderna de contener las pasiones amorosas. No se hace viable una sociedad en la cual estas se desborden. De ahí que, Tisbea tenga que actuar a fin de regular sus motivos escondidos, los cuales serán despertados por Don Juan. Al mismo tiempo que, Tisbea encontrará en la actuación una salida a la confusión de mundo que habita.
Volvemos sobre las contradicciones del Barroco. Por un lado, el disfraz frena las fuerzas ocultas de la personalidad. Por otro, despierta la idea de la participación en el mundo como "confuso laberinto".

1 comentario:

  1. ¿la máscara desenmascara? Se lo pregunta Rousset y no hay respuesta. No sabemos siquiera cuál es la máscara. ¿Cuál es el color de la jibia? animal que cambia y se adapta. ¿Don Juan la libera del disfraz o la invita a disfrazarse, a ser otra distinta de Tisbea?
    Obviamente que no hay respuesta pero haces una reflexión interesante.

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